¿Te despiertas con dolor de mandíbula, de cabeza o tensión en la cara? ¿Notas que tus dientes están más planos o sensibles sin motivo aparente?
Puede que sufras de bruxismo, un problema más común de lo que parece que afecta a millones de personas… y muchas ni lo saben.
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, que suele producirse durante el sueño (aunque también puede ocurrir de día).
A menudo está relacionado con el estrés, la ansiedad o una mala mordida, pero también puede tener causas neurológicas o musculares.
Muchas personas no se dan cuenta hasta que su dentista lo detecta en una revisión.
Si no se trata a tiempo, el bruxismo puede causar problemas graves:
Una férula hecha a medida que se usa por la noche. Protege los dientes del desgaste, relaja la musculatura y estabiliza la mordida.
Importante: debe ser diseñada por un profesional, ya que las de farmacia no son igual de efectivas.
Si el daño ya es severo, se puede necesitar reconstrucción dental con carillas, coronas o tratamiento de oclusión.
Ideal para aliviar tensión muscular, mejorar la movilidad y tratar contracturas cervicales.
En casos graves, el botox puede usarse para relajar los músculos masticatorios y reducir la fuerza del apretamiento.
El bruxismo puede parecer algo menor, pero si no se trata, puede afectar seriamente tu salud bucal, tu descanso y tu calidad de vida.
Ante cualquier sospecha, lo mejor es acudir a una valoración profesional para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado.
Cuida tu sonrisa. Cuida tu descanso.